
El miedo
“Me queda por contar la historia más extraña, y no es extraño que sea extraña porque está escrita en los libros de los cabalistas, y estos eran gente sin miedo…”. [Primo Levi]
Entiendo que, cuando el famoso escritor italiano Primo Levi hace referencia a que los cabalistas fueron y son gente sin miedo, lo que está intentando describir es la consecuencia directa de un entrenamiento interior.
Me gustaría realizar, aunque sea teóricamente en este escrito, el entrenamiento interior que debe tener un cabalista para lograr no tener miedo, inclusive ante un miedo físico real, no imaginario.
El miedo paraliza, esto lo sabemos todos, lo hemos sufrido en muchos momentos de nuestra existencia. Pero este miedo ¿desde dónde viene? ¿cómo se gestan estos miedos?
Los cabalistas han intentado siempre ir a la raíz de la cuestión y en este caso realizaron el mismo trabajo. ¿Cuál es la raíz del miedo? ¿O cuál es uno de los miedos más importantes que tenemos?
Indudablemente, el Yo, en cuanto Yo, tiene miedo a la muerte. Si supiéramos que no existe la muerte como tal, sino una energía que se desprende del cuerpo, entonces probablemente estaríamos más tranquilos. Aunque en la cábala sabemos que esta es la realidad, a mí me gustaría partir desde otro ángulo. (Alguien podría plantear que la existencia del alma más allá de esta vida física es un antídoto mental para no tener la angustia de la muerte).
El ángulo que tomaré es el del ateísmo. Supongamos que no existe Dios ni existe vida más allá de la muerte física. (Esto sería desconocer las bases fundamentales de la cábala que, por experiencia, siente el Infinito y que, por experiencia, puede contactar con las neshamot del otro lado de la materia).
Pero intentemos hacer el esfuerzo de partir desde un ángulo completamente opuesto.
Si en la cábala no tenemos miedo, entonces podemos partir de un ángulo que no sea el nuestro, inclusive una perspectiva que sabemos que, por experiencia, no es real.
Para nosotros, Dios es la realidad infinita y el alma vive más allá de la materialidad. Sin embargo, la gente sin miedo (los cabalistas) podemos escoger una perspectiva atea o agnóstica.
Vamos a ver a qué conclusión llegamos desde la negación de Dios y desde la negación de la existencia del alma más allá de la vida física.
Supongamos que lo que existe, solo existe materialmente aquí… Si este fuera el caso, entonces nos quedaría simplemente la vida física. Y es verdad que Mario Sabán, aunque posee un alma que se irá del cuerpo, esa Neshamá no es Mario Saban, es una Neshamá que ha tenido muchas personalidades a lo largo de las rotaciones, así que, en cierto modo, nuestro Yo psíquico actual realmente morirá.
Por lo tanto, si pensamos por la experiencia que nuestra Neshamá sigue su rotación para lograr el Tikun, el alma no es la de Mario Sabán, sino una Neshamá que escogió este envase, pero que ahora sigue construyendo su propia subjetividad.
La Neshamá ha utilizado mi personalidad física para revelarse. Así que la Neshamá de Isaac Luria ya no es Isaac Luria, es una Neshamá que no tiene nombre…
Ninguna Neshamá tiene un nombre especifico y solo la llamamos con el nombre que se revistió en esta realidad material.
Volviendo a nuestro asunto, adoptamos entonces (por la vía de la negación de la existencia de la Neshamá o por la vía de afirmar su existencia), que nuestro Yo desaparecerá como tal.
Sabemos que cada una de nuestras existencias materiales revela energía oculta detrás de la materialidad y que, a medida que se desarrolla la conciencia en el espacio/tiempo, vamos creciendo a un nivel superior, porque vamos revelando dicha energía.
Pensemos en todos aquellos hombres y mujeres que nos han precedido y que nos han legado sus enseñanzas… Sabemos que el alma de Isaac Luria encarnó ya o retornará, pero Isaac Luria como tal ya no volverá jamás, será su alma. El Yo de Isaac Luria ha sido el envase en el que se ha revelado su Neshamá. Pero, suponiendo que no exista más el alma de Isaac Luria, desde la perspectiva que hemos escogido, sus enseñanzas se han vuelto eternas y ellas ya se encuentran en nuestro interior cuando le estamos leyendo.
Isaac Luria, con sus escritos y enseñanzas, se ha transformado en eterno. La escritura nos conecta con un tipo de eternidad física, ya que la energía que revela la tinta es una energía atzilútica.
Los cabalistas dicen que la Iod (primera letra del Tetragrama) representa la Jojmá cosmogónica, es decir, el universo de Atzilut, pero si cambiamos la posición de las letras de la palabra Iod, nos encontramos con Dio, y Dio es tinta en hebreo. La tinta se escribe con las mismas tres letras que la Iod (Dalet, Iod, Vav). La tinta de la escritura nos conecta con la eternidad.
Si usted escribe, deja sus enseñanzas para la eternidad. Isaac Luria es eterno en la materialidad por su escritura, Yeoshua de Nazaret es otro cabalista eterno por sus evangelistas (sean los canónicos o los apócrifos) que han escrito. Las cartas de Saulo de Tarso han quedado escritas para la eternidad. Lo escrito adquiere eternidad y va ayudando a las generaciones futuras a elevar su nivel de consciencia.
Si alguien tiene miedo a la muerte, pues bien, los cabalistas le estamos dando el antídoto para vencer a la muerte, ¡escriba! Deje sus enseñanzas para la eternidad en la materia. Esta es la oportunidad de vencer a la muerte física.
Todos desean eternizarse, y en realidad lo que están realizando sin saberlo es el Tikun Olam, la rectificación del universo trayendo su luz subjetiva al plano de la materialidad general.
Los nazis, cuando intentaron destruir al judaísmo asesinando a los judíos, se equivocaron, no se puede destruir la eternidad del intelecto judío. La raíz espiritual está escrita en un libro: la Torá. Y cuando el trabajo espiritual es infinito, entonces se revela el infinito potencial de cada alma y cuando se revela la energía trascendente del alma, entonces y solo entonces, hacemos descender la luz del Ein Sof sobre el mundo de la materia.
Porque la letra escrita representa la eternidad de las enseñanzas.
Entonces, no tengáis miedo. Escriban, si tienen miedo. Dejen algo para la eternidad. Transfórmese en eterno escribiendo, si duda de que su alma no existe del otro lado de la materialidad, y así vencerá a la muerte para siempre.
¿Puede enseñarnos el alma de Isaac Luria desde el otro lado de la materia? Por supuesto, pero no desde su envase físico “Isaac Luria”.
Es por esa razón que debemos expandir oralmente o por escrito las enseñanzas, que son esencialmente revelaciones de la luz del Infinito.
Y si usted tampoco cree o entiende la existencia del Infinito, sea egoísta y crea que con sus enseñanzas se le recordará a usted… No nos importa su tipo de egoísmo; en el fondo sigue siendo positivo, porque ayuda a bajar la luz a la materia.
Todo sujeto que quiere eternizar su Yo no sabe que lo que está realizando es el trabajo esencial de la consciencia y es trascender la materia.
Y aquellos que sabemos que el alma sigue existiendo energéticamente del otro lado tenemos que seguir creciendo para hacer que nuestra consciencia en el alma siga elevándose a la luz.
Así todos, los que sabemos que existe el otro lado, los que no creen que exista el otro lado e inclusive los que se encuentran operando en las tinieblas, todos juntos estamos construyendo el Reino de Dios.
«Toda ola no está triste cuando desaparece dentro del océano, porque sabe que no existe como ola sino, que es una forma fragmentaria del mismo océano. Disfrutemos el agua del océano y no tengamos miedo si la ola desaparece. El miedo de la ola es creer que ella existe por sí misma, y lo único que existe es una forma del océano. Cada ola cree que tiene luz propia, pero el sol siempre se reflejará en el océano entero».
[Mario Saban]
Sobre el autor
MARIO SABÁN
Investigador y profesor de Cábala, especializado en la Cábala aplicada a la psicología, al desarrollo personal y espiritual del ser humano. Enseña cómo la Cábala puede ayudarnos a vivir una vida más plena y consciente, a ser más felices, por el camino del autoconocimiento personal con el método del Árbol de la Vida. Es doctor en Filosofía (2008), en Antropología (2012), en Psicología (2015) y en Historia (2016). Sus últimas obras publicadas están dedicadas a la Cábala: Sod 22: el secreto (2011), Maasé Bereshit. El Misterio de la Creación (2013), La Cábala. La psicología del misticismo judío (2016) y La Merkabá: el Misterio del Nombre de Dios (2018)