Existe toda una realidad oculta. Hay dos tipos de personas que se ocupan de este plano oculto: los científicos y los cabalistas. Estoy casi seguro de que los científicos son cabalistas y no lo saben, y de que los cabalistas son científicos y tampoco lo saben.
Cuando logramos extraer las capas materiales que ocultan la energía divina extraordinaria, entonces todo se convierte en milagroso. Encontramos así la luz de la luz y la luz que podemos extraer desde el interior de las tinieblas.
Hay tantos conflictos entre las personas, entre las naciones, entre las religiones, entre las familias, que uno se pregunta: ¿cuál es la raíz de tanta cantidad de conflictos?
Muchos me preguntan: ¿Por qué debemos sufrir las carencias económicas? ¿Por qué debemos sufrir el estar solos? ¿Por qué debemos sufrir? De allí que muchos fundamentan su ateísmo en que, si existe el sufrimiento, indudablemente Dios o es impotente, porque no puede terminar con el mal, o no existe.
El Yo llega a esta plano físico solo. Es verdad que hay una madre que nos recibe y un mundo que nos acoge, pero, al mismo tiempo, nos amenaza.
Tal como había prometido hace unos días intentaré responder a la consulta sobre la participación de las mujeres en la Cábala. He elaborado una pequeña síntesis de las más destacadas hasta el momento y quiera Dios que con los años las mujeres cabalistas se multipliquen.
Muchos se preguntan: ¿Cuál es la naturaleza del alma? ¿Es lo mismo el alma y el espíritu? ¿Qué diferencias existen entre el alma y el cuerpo? Estas y otras preguntas se van reproduciendo en la mente de muchas personas que se encuentran como en un callejón sin salida.
«La desigualdad entre lo masculino y lo femenino ocurrió en el mundo limitado. La conquista del Mal se realizará cuando la mujer alcance el mismo nivel que el hombre».
Entiendo que, cuando el famoso escritor italiano Primo Levi hace referencia a que los cabalistas fueron y son gente sin miedo, lo que está intentando describir es la consecuencia directa de un entrenamiento interior.
La frase del gran sabio Judah Loew ben Bezalel (1525-1609) hace referencia a que, para que pueda nacer y luego desarrollarse una idea nueva o una experiencia nueva, debemos destruir la forma anterior.
Son muchos los que ingresan en la espiritualidad con la buena fe de huir de las cuestiones materiales. El secreto está en comprender que toda la materia de nuestro cuerpo está diseñada para la revelación de los niveles más elevados del alma. El gran secreto es descubrir Keter en el interior más denso de Maljut.
En este artículo reflexionaremos sobre la importancia del desarrollo de la potencialidad del alma a través del autoconocimiento personal. Autoconocimiento que se alcanza a partir de la proyección, en las dimensiones del Árbol de la Vida, de nuestra conciencia, para poder visualizar así los equilibrios/desequilibrios del Yo.
El debate se encuentra en el nivel de la Tiferet, porque el Yo maduro no es dependiente. En cambio, la discusión se encuentra en el nivel de la Yesod, porque el Ego es un dependiente emocional que ata la identidad de la persona al tema en cuestión. La persona que discute se encuentra en el nivel del Ego; la persona que debate se encuentra en el nivel del Yo.
Uno de los logros prácticos más importantes que produce la Cábala es el de elevar los niveles de consciencia. Pero, ¿qué es la consciencia? Es un tema muy complejo para definirlo en unas pocas líneas, pero intentaré realizar una aproximación en este artículo.
Cuando ingresamos en el mundo espiritual (que es el único mundo real, que incluye la materia) nos encontramos con ciertas personalidades que desean alcanzar “objetivos”. Parece como que se exige a la espiritualidad la misma categoría económica que los resultados de venta de una empresa.